Tres décadas hace que prendió primero la Historia y luego una de sus técnicas "colaterales" la Arqueología. Desde entonces tantos paisajes, tantos lugares y en todos siempre un detalle, que nos deja un jirón de recuerdo. Por ello esta "arqueología colateral" aspira a recuperar retazos de aquellos viajes, estancias, personas, lugares que hemos surcado en pos de la labor cotidiana de la arena entre los dedos, la criba del hueso, de la astilla oxidada que un día clavo fue...

martes, 11 de septiembre de 2012

Isabel

El hacer de la Historia cotidiana compañera de viaje no nos deja ver ni siquiera una película con tranquilidad, apenas esta recree una época anterior a la nuestra. Y no hay paz en el espectador que se revuelve intranquilo en su butaca cada vez que aparece un mueble, una estancia, una vajilla en una mesa... que desde lejos presentan una cronología siglo y medio como poco anterior o posterior al momento histórico que se quiere recrear.  Además hemos de tapamos los oídos ante textos escritos realmente por analfabetos funcionales. Y no es que seamos mas o menos exigentes y comprendemos que la ficción tiene sus licencias, sino que nos revienta que si existe un conocimiento histórico bastante aceptable de las épocas representadas, porque los equipos cinematográficos se empeñan literalmente en estafar a sus futuros espectadores. 

Hace unos meses no fuimos capaces de resistir la serie televisiva Toledo. Por ello no escribimos nada en esta bitácora y apenas unos párrafos al correo electrónico de la productora, que por cierto nunca tuvo respuesta. Sin entrar en detalles del guión y las formas de expresión de los castellanos medievales, las recreaciones del exterior de los alcázares y sus estancias parecían extraídos literalmente de las mil y una noches, por no mencionar los ajuares domésticos, el vestuario, etc... que rayaban literalmente, y como hemos mencionado, en la estafa, máxime cuando en un par de décadas hemos acumulado muchísimo conocimiento de la Arqueología de esas épocas.

Pero Isabel, la serie que estrenó anoche TVE es un oasis que esperamos tenga larga vida o al menos secuelas en otras series de la misma época. Es inevitable acudir a la "compra" en el mercado digital y enterarse que su guionista - Juan Olivares - es historiador del Arte y la verdad eso se nota al menos en lo preciso del texto, actualizado al lenguaje de hoy, pero sin perder el pulso de un castellano (nunca mejor dicho entonces) precioso. Quizás son inevitables giros actuales como "por favor", pero en líneas generales el guión es impecable y "profundo" es decir, sube el listón de lo que estamos acostumbrados a ver y ya está bien de igualarnos todos por abajo y tener que tragarnos productos infames como el que creemos ya extinto Toledo.

Sin embargo aún hay detalles que pulir, y dicho esto sin ánimo de crítica acerada, sino de la realidad de los equipos de producción, donde seguramente asesoran historiadores, muy capaces en los textos, pero desconocedores en absoluto de la arqueología, tanto de la arquitectura, como de la material, de épocas que poco a poco se nos desvelan en nuestros trabajos diarios. Así la presencia de vajillas de cerámica en una mesa regia, anterior a la época de Felipe II, es bastante chocante, máxima cuando los platos además son una mala imitación de las talaveras del XVII. Y la cuestión del vino, tan presente en las mesas y que habría que precisar que tipo de viñas se cultivaban en la Castilla de la época... ¿ Por qué siempre es tinto el vino de las películas históricas ?

Isabel es una serie de altura internacional que sienta un antes y un después en la producción cinematográfica española. Si además estas series tuvieran un poco de Arqueología Moderna y Contemporánea, pulirían esos detalles disonantes, porque también hay equipos de este lado de la pantalla que sabríamos vestir una mesa con reproducciones del material que estamos habituados a recuperar en nuestra actividad diaria.

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